Los beneficios de ser ciudadano estadounidense son varios, como tener el derecho a permanecer permanentemente en los Estados Unidos, el derecho al voto, y a recibir otras ayudas y protecciones que ofrecen el gobierno federal y los gobiernos estatales.
Los residentes permanentes, a pesar de tener el derecho a vivir permanentemente en nuestro país, pueden ser puestos en procesos de deportación al violar las leyes de inmigración de los Estados Unidos. Ser ciudadano elimina totalmente este riesgo, y le da paz mental al que la obtiene.
El proceso para obtener la ciudadanía estadounidense, mejor conocido como naturalización, comienza con la radicación de una serie de solicitudes y documentos. El mismo continúa con la toma de un examen que mide destrezas básicas del inglés y conocimientos cívicos (el sistema de gobierno y la historia de los Estados Unidos), y culmina con una ceremonia de juramentación.
En la ceremonia de juramentación de ciudadanía estadounidense, usted jurará:
A pesar de que usted renuncia su lealtad a otros estados, no tiene que renunciar a la ciudadanía de su país. Estados Unidos reconoce que sus sujetos pueden tener múltiples ciudadanías, a pesar de que no fomenta dicha práctica.
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De acuerdo con el Código de Inmigración, POR LO GENERAL, cualifica para naturalizarse todo aquel que: